sábado, junio 28, 2008

esa montaña roja ...MI montaña


LA MONTAÑA ROJAAAAAAA....

Seis veces que he venido a Tenerife, y las últimas cinco, he subido a esta punta que es lo primero que ves nada más aterrizar en la isla, así que esta vez lo dejo para el último día de viaje.
No es que sea muy alta, y el camino es facilillo, pero tiene el significado que toda tradición puede tener, un significado propio y uno externo, por el mero hecho de subir algo llamado montaña...pero el significado propio es el importante, como si por subirla ciertas promesas que puedas hacer/hacerte lleguen a tener un mayor significado, tengo que decir que de todas las veces que subí hice alguna promesa a los vientos del Este que soplan sobre la Playa de las Tejitas (donde soplan muchos vientos, y vuelan muchas cometas), todas diferentes y en etapas muy distintas, no todas las promesas que me he hecho las cumplí, pero el hacerlas ya tiene importancia para mi.

En la vida el ser capaz de hacerse promesas (fuera del día de año nuevo), es una forma de ser fiel a tus principios y de hacer aquello que quieres hacer, una forma de depurar fantasmas y de olvidar cosas que te han preocupado, sobre todo olvidar los problemas que derivan de la mezquindad de otras personas.

El sitio donde yo hago mis promesas y donde filtro mis fantasmas es en esta motaña... ¿cuál es el vuestro?

PD. yA Sé que el de Algún Cerdoveja es el w.c. pero hay que echarle imaginación

lunes, junio 16, 2008

EL INSTINTO DE NIDIFICACIÓN Y LA NIÑA EMPÁTICA


Tal y como el Teórico de la Ciencia "Cerdoveja" ya ha publicado con anterioridad, de la Teoría del Gen Egoista se derivan multitud de subteorías, pues si somos esclavos de nuestros genes a la hora de la perpetuación de la especie y de la autoconservación, en otros casos también se puede ser esclavo del más que temido INSTINTO DE NIDIFICACIÓN, y es que al caer cierto número de años y bajo la influencia de algún patron social que otro la tendencia es a "construir un nido, donde proteger la prole y al que regresar a la hora de acumular alimentos", un instinto fuertemente arraigado en un 95% del sexo femenino, y en un pequeño porcentaje del sexo masculino, tradicionalmente se entiende que ciertos patrones ambientales despiertan estos instintos en el sexo femenino, encargándose ellas de despertar estos instintos en el sexo masculino, pero desde el punto de vista poblacional, lo interesante no es lo más habitual, sino que las excepciones aportan más información sobre este instinto, así que entre otros tenemos:

- El Macho Nidificador o Niño Empático: Aquel que asume que debido al amplio porcentaje de féminas nidificadoras, la que se reproduce con ellos ha de ser por necesidad un ejemplar nidificador, todo va bien, salvo en los casos en los que ella esté fuera de es 95%, dándose una crisis de concepto por necesidad, ella nunca pondrá los huevos pues su caracter migratorio lo hace del todo imposible, y él nunca podrá entenderlo por ir encontra de todo aquello su instinto y el consenso social le indican.

- Hembra migratoria o Niña Empática: Fruto de nuevas corrientes sociales, puede haber hambras que carecen de este instinto de nidificación, estas hembras gozan de mayor afinidad con otras especies animales que con la mayoría de miembros de la suya propia, entre sus prioridades no se encuentran las de formar un hogar para la prole, aunque reniegan procrear.

- Macho Complaciente/Hembra Complaciente: Aquellos individuos, cuyos instintos no se encuentran fuertemente arraigados en su ser, por ello responden ante las exigencias de otros individuos con los que interaccionan.

- Hembra No Conformista/Macho Autodestructivo: Cuando el valor instintivo es tan grande que el asilvestramiento es mayor, sus consecunecias sociales pueden llevarlos a quitar la palabra a ciertos individuos que no compartan sus interes nidificadores.