me comeré mi TERCER brazo

Como de la nada brotó mi tercer brazo, tan espontáneo como si fuese lo más normal que a mi edad una nueva extremidad compartiese espacio con las otras en el lado izquierdo de mi pecho...

mil posibilidades para alguien con tres brazos pensé yo, dispuesto a deshacerme de mis camisas y mis chaquetas por ser incompatibles con mi nueva condición, saliendo a pecho descubierto a enfrentarme al viento;

pero no, el mundo no está preparado para mi tercer mundo, y yo no estoy preparado para que me sobrepase, y la autofagia es la única posibilidad, solo tengo miedo a no poder con él

colgado en el Viento...

he dejado algo en el viento,

para que nadando recorra el mundo,

esperaré a la brisa que me lo susurre al oído, al viento que me lo cante, y al huracán que me lo grite, saldré a buscarlos a cada uno de ellos

reMOVIDO...

Hoy soy un vaso de colacao de un dueño olvidadizo... llevo listo y solito en la cocina un buen rato, en mi profunda ignorancia pienso en que soy un ser completo ... habituado a que en el fondo está el colacao y la leche en el resto del vaso... no puedo estar más tranquilo, pues la estabildad es la madre de los mansos...

la fatalidad me sobreviene cuando una cucharilla que lleva unos minutos apoyada en uno de los bordes se hace con el protagonismo de mi vida removiéndolo todo, todo da vueltas en mi y ya no entiendo ni mi propia naturaleza... ¿me acostumbraré a los grumos?